En el año 1998, cuando tenía horas de haber cumplido mis dieciocho años, mi padre me dio 24 horas para abandonar nuestra casa. Me entregó un pasaje de avión, algo de dinero y me envió a Dublín por un año. Mes a mes me fue enviando una carta que contenía un anexo.
Quiero compartir con Ustedes estos anexos que son los que me ayudaron a convertirme en la mujer de éxito que soy hoy en día.
Esta es la historia de cómo accidentalmente conocí a Alberto, mi vecino alquimista, y me inicié en el mundo de la Alquimia.
Para quienes piensen que se trata de un libro de cuentos quiero advertirles que me he convertido en un verdadero Alquimista en el mundo de los negocios. Hoy tengo el conocimiento necesario para convertir una idea en oro..